Desde comenzar un primer trabajo hasta la planificación familiar, las mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años a menudo enfrentan una serie de cambios emocionantes y, a veces, abrumadores. También puede ser un momento durante el cual se manifiestan ciertas enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión.

Y, por supuesto, ese estrés puede pasar factura. A medida que las mujeres jóvenes crecen, pueden experimentar cambios hormonales y de desarrollo que también pueden desencadenar problemas. Incluso pasar por experiencias de la vida cotidiana durante las cuales se está expuesto a traumas o situaciones ambientales cambiantes puede ser un desencadenante de un trastorno:

  • Trastorno de ansiedad
    La ansiedad es un gran problema y puede tener un gran impacto en su vida. Si los síntomas de un trastorno de ansiedad comienzan a aparecer entre los 20 y los 30 años, puede tener algo que ver con las presiones de la vida adulta. Los síntomas pueden incluir: fatiga, irritabilidad, problemas para dormir y dificultad para controlar la preocupación.
  • Trastorno bipolar
    Si bien este trastorno afecta por igual a hombres y mujeres, las hormonas pueden hacer que la experiencia sea diferente para las mujeres jóvenes. Puede resultar difícil diagnosticar esta enfermedad, pero comprender e identificar los síntomas es el primer paso para recibir el tratamiento adecuado.
  • Trastorno límite de la personalidad (TLP)
    ¿Sabía que si va a desarrollar TLP, existe una alta probabilidad de que aparezca en algún momento cuando tenga poco más de 20 años? El TLP es una enfermedad mental marcada por un patrón continuo de diferentes estados de ánimo, autoimagen y comportamiento. Los síntomas pueden incluir: episodios intensos de ira, depresión y ansiedad que pueden durar horas o incluso días.
  • Depresión
    Debido a los cambios en el estilo de vida y al estrés, la depresión es un problema de salud mental común entre las mujeres jóvenes. La gravedad y la frecuencia de los síntomas difieren de persona a persona. Los síntomas pueden incluir: irritabilidad, sentimientos de desesperanza, fatiga, pérdida de interés o placer en pasatiempos o actividades y pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
    Si bien el TDAH suele aparecer y diagnosticarse a una edad temprana, también puede mostrar síntomas más adelante en la vida. Muchas mujeres son diagnosticadas cuando tienen poco más de 20 años por su incapacidad para concentrarse, desorganización, introversión y olvido se vuelven más notorios para ellas mismas y para los demás a medida que se vuelven más independientes en la universidad y en el trabajo